Hace poco vi un documental que decía que la alegría es uno de los sentimientos que más vulnerable te hace. Como que siempre que aparece la alegría, aparece al lado el miedo a perderla.
Me quedé pensando y es verdad, nunca te enseñan a estar bien. De hecho, si todo te va bien y se lo cuentas a otro, éste siempre te dice: «pero no se lo digas a nadie porque te lo van a joder todo.»
Recuerdo que la última vez que me enamoré no me atreví a decirle nada a mi psicólogo, hablaba de todo menos de eso y así estuve más de dos meses. Pensaba: «este cabrón algún defecto le va a encontrar… no, no, no yo no quiero saber nada.»
Estar mal sabemos todos. Tenemos un postgrado en eso. O no tienes pareja, o te falta trabajo, o no tienes dinero… o tienes todo eso pero vives en España.
No saber disfrutar de las cosas buenas que nos pasan es no saber estar en el presente. Es pensar que en algún momento esto se va a ir y por tanto, desde ahora, ¡hay que pasarlo en grande! Así me duele menos… Pero, ¿sabes qué? No duele menos. Lo pasas igual de mal en la alegría y en la tristeza.
Eres medio tonto, ¿no? Yo también. Por eso comparto esto. A ver si nos podemos ayudar conjuntamente. Si alguno aprende a estar bien, lo comparte.
Que lo bueno es contagioso…
Tierras Altas 