Espero curarme de ti en unos días.
Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte.
Es posible. Siguiendo la prescripción de la moral en turno.
Me receto, tiempo, abstinencia, soledad.
¿Te parece bien que te quiera nada más que una semana?
No es mucho, ni es poco, es bastante.
En una semana se puede reunir todas las palabras de amor
que se han pronunciado sobre la tierra
y se les puede prender fuego.
Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
Y también el silencio.
Porque las mejores palabras de amor están entre dos gentes
que no se dicen nada.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y
subversivo del que ama.
(Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo:
"qué calor hace", "dame agua", "¿sabes conducir?",
"se te hizo de noche..."
Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías,
te he dicho "ya es tarde" y tú sabías que decía "te quiero".)
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo.
Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú quieras:
guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura.
No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas.
Porque esto es lo más parecido a estar saliendo de un manicomio
para entrar en un circo.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
👏👏
Me gustaMe gusta